Evangelio de san Mateo, 4, 12-23
“SÍGANME Y LOS HARÉ PESCADORES DE HOMBRES”
“SÍGANME Y LOS HARÉ PESCADORES DE HOMBRES”
También, nosotros hoy, debemos anunciar a Jesús, ser portadores ante una sociedad cada vez más alejada del Evangelio y de la Iglesia, del regalo de la Buena Noticia de Jesús.
Cuando descubrimos lo mismo que aquellos hombres que dejaron la pesca para seguirlo, somos los dueños de nuestra vida, encontra-mos la energía para vivir sin esclavitud, la libertad y el amor para vivir y compartir, nos hacemos más cercanos y acogedores con los marginados y desprotegidos de la sociedad.
La mejor forma de transmitir el amor de Dios es sentirlo, vivirlo y celebrar que ya estamos salvados. Una vez que hayamos tomado conciencia de ello no quedarnos para nosotros el hallazgo, sino compartirlo con alegría y vitalidad.
Fuente: El Taller de la Serenidad
Dios sigue en silencio nuestro caminar, pero nos está llamando. Su voz la podemos escuchar en cualquier fase de nuestra vida, como aquellos discípulos de Galilea que, siendo ya adultos, siguieron la llamada de Jesús.
Fuente: Diócesis de Maracay (Pbro. Freddimir Villavicencio)