Evangelio de san Juan 2, 1-11
MILAGRO DE LAS BODAS DE CANÁ
Cambiando el agua que llenaba las tinajas, en vino, el Salvador ha hecho dos cosas: ha provisto a los invitados a las bodas de una bebida y ha hecho el signo de que, por el bautismo, los hombres quedarían llenos del Espíritu Santo.
El mismo Señor lo ha declarado en otra parte, diciendo: "¡A odres nuevos, vino nuevo!" (Mt 9,17). En efecto, los odres nuevos significan la pureza del bautismo, el vino, la gracia del Espíritu Santo .
El fiel bautizado se parece a un vino vigoroso y rojo. Todas las cosas de la creación con el tiempo se estropean, tan sólo el vino mejora envejeciendo. Pierde cada día de su aspereza, y adquiere una textura llena de suavidad, de un rico sabor.
Igualmente el cristiano, a medida que pasa el tiempo pierde la aspereza de su vida pecadora, adquiere la sabiduría y la benevolencia de la Trinidad divina.
El Señor ha dicho: "el que no nazca de nuevo del agua y del Espíritu, no puede entrar en el Reino de los cielos" (Jn 3,5).
San Máximo de Turín, obispo. CC Sermón 65, p. 273 -74; PL 17, 624-626
El mismo Señor lo ha declarado en otra parte, diciendo: "¡A odres nuevos, vino nuevo!" (Mt 9,17). En efecto, los odres nuevos significan la pureza del bautismo, el vino, la gracia del Espíritu Santo .
El fiel bautizado se parece a un vino vigoroso y rojo. Todas las cosas de la creación con el tiempo se estropean, tan sólo el vino mejora envejeciendo. Pierde cada día de su aspereza, y adquiere una textura llena de suavidad, de un rico sabor.
Igualmente el cristiano, a medida que pasa el tiempo pierde la aspereza de su vida pecadora, adquiere la sabiduría y la benevolencia de la Trinidad divina.
El Señor ha dicho: "el que no nazca de nuevo del agua y del Espíritu, no puede entrar en el Reino de los cielos" (Jn 3,5).
San Máximo de Turín, obispo. CC Sermón 65, p. 273 -74; PL 17, 624-626
Domingo 17 de enero de 2016.